Conservemos Nuestros Paúros, jóvenes revitalizan ecosistemas acuáticos esenciales

En 2022, una sequía azotó al municipio de Ascensión de Guarayos (Santa Cruz) y durante los meses de noviembre y diciembre, los habitantes no tuvieron acceso a agua potable debido a que la laguna de embalse que abastecía la planta potabilizadora se secó. Esto hizo que las familias volvieran a recurrir al agua de los paúros para sus actividades cotidianas.
Los paúros (+gwami en lengua Guarayú) son vertientes naturales que históricamente han provisto de agua a las comunidades y pueblos locales. Aunque su nombre varía en la diversidad de lenguas y usos de sus habitantes, todas las voces coinciden en que los paúros son «fuentes de vida ancestrales».
Sin embargo, en los últimos años han sido amenazados por el cambio de uso de suelo, la contaminación de sus afluentes y el abandono ante la expansión del sistema de agua potable. La sequía de 2022 dejó una gran lección en Ascensión de Guarayos: las fuentes de agua están en riesgo.
Ante este desafío, la Coalición Conservemos Nuestros Paúros decidió organizarse y recuperar los paúros. En 2024 participaron en la convocatoria de Iniciativas con Soluciones Basadas en la Naturaleza, lanzada por Fundación Socioambiental Semilla en alianza con Voces para la Acción Climática Justa (VAC) y WWF Bolivia, y accedieron a financiamiento para desarrollar el proyecto de recuperación y conservación de paúros.

La coalición, conformada por jóvenes, logró recuperar ocho paúros degradados en la zona urbana de Ascensión de Guarayos. Para ello, involucraron a las unidades educativas y a los vecinos de los barrios, quienes, con el uso de sus formas de cooperación comunitaria (minga), trabajaron en su restauración.
Los miembros de la comunidad que participaron en la recuperación de los paúros recibieron talleres sobre servicios ecosistémicos de paúros, cambio climático y medio ambiente, fortalecimiento de conocimientos y manejo de herramientas para la minga y el cuidado de los paúros. Además, se promovió la participación ciudadana mediante concursos y ferias, y se implementaron ocho huertos comunitarios alrededor de los paúros.

Para preservar los paúros, la coalición de jóvenes articularon organizaciones locales e impulsaron la aprobación de una Ley Municipal de Protección, Conservación y Restauración de Paúros.
La ley promulgada declara patrimonio natural municipal a 21 paúros georreferenciados y un área de 10 metros alrededor de los mismos, además de aquellos que se descubran posteriormente.
Mandiyuti, una comunidad que cosecha agua con saberes ancestrales en el Chaco

La comunidad Mandiyuti, una de las más alejadas del departamento de Santa Cruz, está conformada por habitantes del pueblo indígena Guaraní que viven en el Chaco boliviano.
Las familias de la comunidad dependen de sus huertos, donde producen maíz, cítricos y vegetales para consumo. Sin embargo, debido a los efectos del cambio climático, la sequía ha azotado sus cultivos y, con ello, sus formas de vida, lo que ha llevado a que algunas familias migren a otras localidades.
Las familias que quedaron en la comunidad se sentían olvidadas por los actores gubernamentales y no gubernamentales. Mientras tanto, la sequía los sumía en la incertidumbre, pues sus cultivos y su trabajo estaban en constante riesgo de desaparecer debido a la falta de agua.

La situación cambió cuando postularon a la convocatoria de Iniciativas con Soluciones Basadas en la Naturaleza, lanzada por Fundación Socioambiental Semilla en alianza con Voces para la Acción Climática Justa (VAC) y WWF Bolivia y obtuvieron apoyo económico para desarrollar un proyecto que les permitiera generar un reservorio de agua.
Durante este proceso, descubrieron una fuente de agua que les devolvió la esperanza. Para lograrlo, la comunidad decidió seguir los conocimientos ancestrales de uno de sus ancianos, Genaro Quispe. Con sus conocimientos, lo que era un pequeño proyecto de cosecha de agua, se convirtió en un gran reservorio comunal que, con su vertiente, alimenta el huerto comunitario y provee agua a los huertos familiares durante todo el año, permitiendo a las 35 familias de la comunidad continuar con sus actividades productivas tradicionales.

Para proteger su fuente de agua, la comunidad logró involucrar en su proyecto a varios actores gubernamentales y no gubernamentales. También implementaron defensivos naturales para asegurar que el agua continúe fluyendo durante todo el año.
Este impulso y la atención de sus autoridades hicieron que la comunidad tuviera más energía para trabajar en conjunto y preservar esta y otras fuentes de agua en su territorio. En una segunda fase del proyecto, con apoyo técnico, diseñaron una propuesta de Ley Municipal para la Protección de la Reserva de Agua en la Comunidad de Mandiyuti, Municipio de Cuevo. Esta propuesta fue aprobada por el Concejo Municipal, declarando la protección de la reserva de agua en la comunidad de Mandiyuti y designando como reserva hídrica municipal a las vertientes y quebradas que abastecen de agua a la comunidad.
“El proyecto de ley lo hemos trabajado para proteger nuestra agua, preservar y cuidar el medioambiente, y para el bienestar de nuestra comunidad, así seguir progresando”, expresó Ventura Vicente, capitán comunal de Mandiyuti.

El reservorio de agua permitió a la comunidad gestionar la apertura de un instituto en la localidad. Gracias a las prácticas en el huerto, que se alimenta del reservorio, los habitantes de Mandiyuti pueden formarse en carreras relacionadas con sus actividades agrícolas.
Con su fuente de agua protegida, la comunidad tiene grandes planes para su futuro y ha comenzado a tomar más medidas para su protección inmediata, como la plantación de árboles nativos que brinden un soporte natural y atraigan más agua.